Assassin's Creed IV: Black Flag es un videojuego de acción-aventura de la saga Assassin's Creed que salió a la venta el 29 de octubre de 2013. Desarrollado por Ubisoft.
Es la precuela de Assassin's Creed III. Su temática gira en torno a la piratería en El Caribe en el siglo XVIII, en la llamada Edad de oro de la piratería. Esta ambientado en 1715, en las islas de las Bahamas, Cuba y el sur de Florida, cuenta con tres ciudades principales: La Habana, Kingston, y Nassáu, que se encuentran bajo la influencia española, británica y pirata, respectivamente. Cuenta con otros 50 lugares "únicos" para explorar, con un balance de 60/40 entre tierra y exploración naval. El nuevo protagonista, Edward Kenway, padre de Haytham Kenway, padre de Connor, el protagonista de Assassin's Creed III. Por lo tanto Edward, también es el abuelo de Connor, se describe como el azote de los mares, un hábil pirata y asesino al cual admira hasta el mismísimo Barbanegra.
Assassin's Creed IV: Black Flag ofrece una mayor sensación de "mundo abierto", con misiones similares a las encontradas en los anteriores Assassin’s Creed, pero con un menor número de restricciones para el jugador. El mundo se abre pronto en el juego, a diferencia de Assassin's Creed III, que no daba a los jugadores la libertad para explorar hasta que el juego estaba bien entrado en el primer acto. El jugador se encontrará con selvas, fuertes, ruinas y pequeños pueblos y el mundo está construido para permitir a los jugadores mucha más libertad, tales como permitir a los jugadores a participar, abordar y capturar barcos que pasan y nadar a las playas cercanas de una forma transparente.
Assassin's Creed IV: Black Flag recibió premios como el de mejor Juego de Acción/Aventura por Spike VGX 2013 y el de mejor Juego de Ubisoft 2013.
Consejos y trucos
Equipo del Jackdaw, el barco de Edward
A continuación encontrarás una serie de consejos generales en los que aparecen instrucciones detalladas del combate naval, equipamiento y mucho más que se irá añadiendo en los próximos días.
Equipo de Edward Kenway
Aunque el equipo en los anteriores Assassin's Creed era importante, en Black Flag es realmente esencial. El dinero puede llegar fácilmente abordando barcos y haciéndose con el botín; con ese dinero puedes comprar mejores espadas para Edward que causan un daño mayor y que son más manejables.
Aunque hay mucho más por hacer. Echa un vistazo a las opciones en la lista de opciones del menú para ver lo que necesitas; encontrarás también tus viajes, por si quieres realizar un seguimiento. La vista de águila te irá muy bien para ver la posición de los animales en la jungla o en las islas, y será imprescindible recoger materiales para crear mejores bolsas, flechas y granadas. Incluso puedes personalizar tus atuendos, aunque es más por la apariencia que por otra cosa.
Aunque Edward se las puede arreglar con el equipo básico del Jackdaw en un caso de emergencia, debes ampliar el barco para salir airoso de todos los enfrentamientos. Para eso necesitas recursos que no puedes comprar, sino que debes adquirir de los abordajes. El metal y la madera te servirán para expandir todo lo que hay a bordo. También es importante el espacio para que pueda asentarse tu tripulación y para almacenar los bienes, aunque es mucho más importante que aumentes la armadura y la potencia de fuego del barco. En este punto no puedes olvidar mejorar las balas de cañón e instalar armas adiciones como morteros, que encontrarás relativamente pronto. Es un buen método para infligir algo más de daño al principio.
Consejos para las batallas navales
Las batallas navales no son precisamente el aladid del realismo, pero no por ello son menos exigentes. Lo que no puedes mejorar es la maniobrabilidad del navío, así que juega un par de combates contra barcos más débiles para hacerte con los controles.
Hay tres velocidades predeterminadas que son relevantes en combate: detener, a media vela, y a toda vela. La cuarta velocidad es, básicamente, un adelanto rápido. Si los otros barcos también son rápidos apenas podrás maniobrar y no lucharás, de modo que ve un poco más lento. Si vas a toda vela irás bastante rápido, y además, la velocidad cambia instantáneamente con el pulsar de un botón. Usa eso particularmente en las trifulcas más encarnizadas, porque tendrás que maniobrar mucho.
Para los barcos que son más grandes que el tuyo no funciona muy bien acercarte en paralelo, y tampoco lo es hacerlo desde proa o desde popa, porque la superficie de ataque es más pequeña. El mejor ángulo es unos 45 grados por estribor o babor, así podrás ver una gran superficie del enemigo pero no te expondrás directamente al campo de tiro. Tu mejor amigo, recuerda, son los morteros. Los barriles no causan tanto daño y pueden perderse fácilmente en mar abierto. Además, cabe la posibilidad de que pases tú por encima de los que han quedado en el agua. La pistola principal nunca es del todo eficiente, así que úsala si no puedes tener nada mejor a mano.
El barco tiene su propia resistencia, y si lo dañas mucho tendrás que llevarlo al puerto para una reparación. Los barcos que has derrotado pueden usarse para arreglar el tuyo; si, además, es suficientemente grande, puede significar una reparación completa. Es muy importante saber que puedes hacerlo mientras estás en mitad de una batalla. Navega cerca de la entrada, repáralo y podrás seguir combatiendo "curado".